Capítulo Siete

No tengo nada que revelar

 

Para Javier Toro Blum el interés por el arte y su ejercicio viene desde otro lugar. El artista nacido en Santiago de Chile en 1983, se relacionó desde muy joven con la lingüística, la psicología y la poesía. Y más específicamente, con el mundo de la poesía concreta, prevaleciendo la conceptualización abstracta más allá de una representación simbólica y tendenciosa. Así es que desde sus primeros años en psicología, decidió moverse a estudios en arte, influenciado fuertemente por las figuras de Robert Simthson, artista norteamericano que cambió la pintura abstracta por la escultura, para ser reconocido como uno de los artistas más influyentes del Land Art o como él proponía, Earthworks; y por Carl Andre, escultor y poeta norteamericano también, y uno de los principales exponentes del minimalismo.

 
 

Toro Blum es capaz de mostrar en su obra una visualidad contemporánea que gira en torno a los estudios de contrastes, percepciones y sensaciones, y como desde la afección en los sentidos es posible instalar una práctica artística vinculada a lo orgánico de la vida, poniendo de esta manera al arte frente a la experiencia, para generar una interpelación que ya no se trata únicamente de una representación semiótica, sino además, una formal y espacial.


La serie “Fotometrías” se compone de una serie de obras que operan según cambios en la luz tanto del espacio como al interior de ellas, y su relación con el espacio y la percepción del espectador, poniendo de manifiesto el interés de Toro Blum por la relación científica entre el arte y el ser humano.

 

Es capaz de mostrar en su obra una visualidad contemporánea que gira en torno a los estudios de contrastes, percepciones y sensaciones

 
 

“Varela”, escultura de bronce en forma de huevo, tiene inscrito el capítulo destinado al color en el libro “El fenómeno de la vida” de Francisco Varela, aunando así en una sola pieza ciencia, escritura y volumen. Otra de las principales influencias y fuentes de creación para el artista es el cine, siendo fundamental la figura del cineasta sueco Ingmar Bergmann, donde el film “El Séptimo Sello” fue la inspiración para la obra “Ingmar”, pieza realizada en placas de metal que evoca a la pantalla de una sala de cine y que se dispone de espalda al usuario, el cual es invitado a hacer un recorrido para llegar a una paradójica respuesta en neón.

La experimentación ha ido más allá en la práctica del artista, y así es que desarrolló junto a otros artistas “Laboratorio Eigengrau”, espacio para la investigación de los fenómenos y temáticas que lo han preocupado y ocupado desde mucho antes de dedicarse a las artes visuales.

 

Otra de las principales influencias y fuentes de creación para el artista es el cine

 
 

Imágenes cortesía de la artista